martes, 23 de enero de 2018

Crónica de la primera sesión del XIV Curso de la Escuela de Formación Cofrade

El pasado día 17 de enero, tuvo lugar en el Salón de Actos "D. Antonio González Abato", la primera sesión del XIV Curso de la Escuela de Formación Cofrade, que en esta edición lleva el título "La Orden Mercedaria. 800 años de historia". 

Esta primera sesión se llevó a cabo por D. Pablo Alberto Mestre Navas, profesor de Historia de la Universidad de Sevilla, con una charla titulada "La presencia mercedaria en Sevilla".

En la misma, se expuso por parte de D. Pablo Alberto una detallada exposición de la llegada, evolución y presencia actual de la Orden de la Merced en Sevilla. 

A continuación exponemos una transcripción de la charla, gracias a la colaboración de nuestro Hermano D. Antonio Jesús Bonachera Ledro. 

El 1 de agosto de 1218 según la tradición la Virgen se aparece a San Pedro Nolasco y ahí está el discutido germen de la OM. Pedro no fue santo hasta el s. XVII ya que todo el dinero que se recaudaba era destinado a la redención de cautivos. No se sabe mucho de él, sí hay certeza histórica de su existencia, aunque no se sabe ni dónde nació. Era un mercader que se percata de la situación de los cristianos cautivos en tierra de infieles y decide trabajar en redimirlos.La tierra de fronteras era una zona extensa y peligrosa, que dio lugar a cautiverios por ambos bandos y se convierte en un pingüe negocio. Pedro crea un movimiento laico para rescatar cristianos con el dinero que pedía, velando por esta iniciativa San Raimundo de Peñafort. Contactaron con el rey de Aragón, Jaime I el Conquistador, que se hizo con Valencia, Baleares y toda la franja de levante y era familia del rey castellano Fernando III y suegro de Alfonso X. Jaime I apoyó este movimiento y en su palacio real de Barcelona habilita espacios para su misión redentora.
 
El 19 de agosto de 1218 reciben el hábito laico de la orden en la Catedral de Barcelona, y en el mismo estaba el escudo de la OM: las armas de la Santa Catedral de la Cruz de Barcelona y las barras de Aragón, timbrados por la corona real. Las barras de Aragón provienen de Wifredo el Velloso, primer conde de Barcelona, del que cuenta la leyenda que al verlo herido de muerte metió sus dedos en el pecho y trazó cuadro barras rojas sobre el escudo dorado del conde.


Para la OM Pedro Nolasco no es más que el instrumento de la Virgen, de ahí el carácter de celeste que tiene entre sus títulos; además de real como ya se ha explicado; y militar, con capacidad para incursiones en territorio enemigo.

En 1235 Gregorio IX instituye formalmente la OM, que recibe varios nombres en sus inicios: Orden u Hospital de Santa Cecilia; Orden de la Misericordia… hasta llegar a la Orden Mercedaria. Como orden, al igual que los jesuitas tiene un cuarto voto, el de poder cambiarse por un prisionero. Al carecer de jerarquía, se van rigiendo por las reglas de San Agustín hasta que en 1272 instituyen las suyas propias.

La OM llegó a Sevilla protegida por la corona castellana, y la entraron con San Fernando en la ciudad en 1248. Al distribuir la ciudad entre las órdenes, Alfonso siendo infante vertebró la estructura territorial de la ciudad no asignó la mejor zona a la OM, estaban lejos del Alcázar (poder civil) y de la Catedral (poder eclesiástico). Los franciscanos y dominicos estaban más cerca, y el entorno asignado a la OM era una zona de huertas al otro lado de la ciudad fácilmente inundable, aunque muy fértil para el cultivo. Y en esa zona se expanden y van labrando San Laureano, Mercedarias de San Vicente, la Casa Grande…

Al principio la casa dela Merced fue un convento pequeño, pero desde 1492 todo cambia. Al tener condición de capellanes militares, acompañan a todas las expediciones de ultramar y alcanzan parte de la riqueza que se genera y que inunda Sevilla. Esa capacidad hace que en el XVII se cree el gran convento que es, y que se conserva “gracias” a la Desamortización del XIX, que destina el edificio a museo. Tiene cuatro claustros porticados y tres patios.

Existe una talla primitiva de la Merced datada en el s. XIII, hoy muy reformada, que está en el Convento de Santiago de la Espada. Tenía una lanza en la mano, estaba vestida a lo militar y acompañaba a los nobles en el arzón de su caballo. Es la primera imagen de la Virgen que llega a Sevilla junto con la Virgen de las Batallas que acompañaba a San Fernando. Esta es la imagen que saldrá en procesión el próximo 6 de octubre con motivo del VIII centenario.

En cuanto a la vinculación con las cofradías, podemos empezar recordando que en en el XVI al fundarse la cofradía de la Expiración en San Andrés los mercedarios los invitan a labrar capilla propia junto al templo del cenobio, donde siguen. Esta hermandad conserva varias obras de inmenso valor artístico, como la Comendadora, una imagen de la Virgen recién restaurada; junto a otras que se salvaron de la Desamortización por pertenecer a la hermandad. 

Distinto es el caso de Jesús d ela Pasión, que llega a la OM por encargo directo de los frailes, pese a que ellos solían tener imágenes de cautivos o atados a la columna. El Señor de Pasión estaba durante el año vestido de blanco, como ellos, y sin la cruz que solo portaba en Semana Santa. 

En el s. XVI llega un momento de esplendor para la OM. Sevilla pertenecía a Castilla, pero en 1587 se crea la provincia de Sevilla, así que se piensa en construir un Colegio que evite los desplazamientos a Salamanca para la formación. Mucho antes, Hernando Colón levanta su casa en un altozano junto a la Puerta Real, zona elevada por sedimentación que la libraba de inundaciones y justo frente a la Cartuja, donde estaba enterrado su padre. Es llí donde la OM crea el Colegio de San Laureano para la formación de la orden, un Palacio de Colón lleno de libros por sus muchos viajes por el mundo. En 1570 llega la hermandad del Santo Entierro desde Santa Catalina al ser excomulgados por salir el viernes contra los dictados del Arzobispo. Estos cofrades compran la capilla privada del palacio, la que era iglesia del Monte Calvario al estar en un promontorio. La hermandad se fortalece y la OM contacta con ellos para que asuman la gestión el colegio, pero por las Reglas de la hermandad la Virgen no preside el templo como era uso en la OM. Así que justo al lado se labra la capilla de las Mercedes de la Puerta Real. 

Por disposición real, se determina en 1609 que San Laureano sea para los Mercedarios Descalzos, con regla más estricta que los Calzados. Y es que ese mismo año recuperan el convento y se concede indulgencia para que los Descalzos levanten la Capilla de San José en Santa María la Blanca, apoyados por el rey.

En la peste de 1649 los mercedarios fueron los más castigados, por gran labor asistencial; falleciendo dos terceras partes de los frailes. 

La invasión francesa provocó que las órdenes enviaran todo lo posible de su patrimonio a Cádiz, y los edificios son transformados en cuadras, fundiciones, cuarteles… Hasta 1830 no pueden volver a ocupar sus estancias, pero seis años más tarde llega la Desamortización para arrasar otra vez con todo; lo único positivo fue que el edificio de la Casa Grande se destinó a museo, conservando dentro su patrimonio artístico. 

Desde entonces hasta un sigo más tarde, la OM desparece de la ciudad. Y ese retorno se fraguó en Roma, en una visita de Fray Amerio Sancho y Fray Miguel López al Cardenal Segura. Pidieron permiso en Madrid para desplazarse al sur, y tras rechazar hacerse cargo de la Ermita del Rocío (craso error) y asumir que nunca iban a recuperar el primitivo cenobio, dudaron en asumir la Capilla del Museo y perdieron esa opción, se marcharon a Molviedro, y terminaron tras diversas peripecias y casi cuatro siglos después en San Gregorio junto a la hermandad del Santo Entierro en 1940 (donde la Virgen vuelve a no presidir el templo). 

Poco más tarde, la explosión de la devoción mercedaria llega con la fundación de la Hermandad de Santa Genoveva, curiosamente junto a Fray Amerio; y hace poco se registra un nuevo movimiento en torno a una Imagen en la zona de Rochelambert.

En el turno de preguntas destacamos que la OM no ha destacado por su aportación de importantes intelectuales como sí se puede decir de Franciscanos, Jesuitas o sobre todo Dominicos. Y aunque sí hay fundamento teológico en la OM y se llevó a cabo una importante labor de evangelización y educativa, también es cierto que el origen de la orden era redimir cautivos e incluso cambiarse por ello, lo que no requiere una excesiva formación teológica. 

También se reflexiona sobre el importante peso que tiene hoy aquí la OM, casi nulo en la zona en que nació; y ello pese a que solo quedan en la ciudad dos frailes de elevada edad, y uno casi no habla español.  

Terminamos con la sugerencia de promover el hermanamiento general de las hermandades sevillanas con la OM, al objeto de conseguir mayor unión entre las mismas y obtener los privilegios e indulgencias propias de la Orden.